Cómo puedo llegar a ser religiosa

¿Alguna vez te has preguntado si Dios podría estar llamándote a la vida de religiosa apostólica o contemplativa? ¿No sabes por dónde empezar ahora que te sientes atraída por la vida religiosa?

Has llegado a la página correcta. Aquí te diremos  cómo puedes llegar a ser una religiosa católica. Te daremos una idea general de por dónde empezar, cuál es la logística general y algunos consejos útiles de alguien que ha pasado por ello y hoy es una hermana católica. Nuestra intención aquí es sólo iniciarte en tu camino. A medida que avances en la búsqueda de una comunidad religiosa, consulta con la directora vocacional quien puede darte detalles sobre cómo esa comunidad en particular lleva a cabo los procesos para ingresar como religiosa. Además, asegúrate de revisar los "Requisitos previos para llegar a ser una religiosa católica" al final de este post.

Cómo llegar  a ser  monja

1. Ora

El mejor lugar donde se puede empezar es en la oración (o continuar orando) sobre esta llamada que sientes. Esta sensación de que Dios te está llamando no es una casualidad o una idea inventada por ti misma; es un regalo de Dios, una invitación a una relación más profunda con Dios. No importa cómo acabe expresándose esa vocación (religiosa, esposa, madre, maestra, activista, etc.). Dios está llamǻndote aquí y ahora para acercarte a El.

Muéstrate dispuesta a escuchar a Dios, sin importar lo loca o confundida que te hace sentir. Abraza la posibilidad de cualquier cosa que Dios tenga en mente para ti. Puede ser un cambio radical hacia una forma de vida diferente a la que habías imaginado para ti, o puede ser algo que en cierto modo ya intuías desde el principio. Y puede que sean ambas cosas.

Permanece fiel a la oración incluso cuando sea difícil o parezca que no conduce a ninguna parte. Dedica más tiempo a la oración y/o sé más intencional con el tiempo de oración que ya tienes. Si está acostumbrada a rezar durante las primeras horas de la mañana, considera la posibilidad de volver a rezar antes de acostarse. Examina tu día y pídele a Dios que te ayude a ver cómo Dios ha estado contigo en las cosas cotidianas de la vida. Si te atrae el rosario, considera rezarlo con la intención específica de conocer más profundamente cómo María y Jesús respondieron a su llamada.

Lee las Escrituras, especialmente las historias de personas que intentan averiguar cómo les llama Dios y cómo pueden responder. He aquí algunas de esas historias (para ver más, consulta este listado de historias bíblicas en vocations.ca):

  • María (Lucas 1:26-38)
  • Rut (Libro de Rut 1:15-18)
  • Discípulos (Juan 1:35-50)
  • Jeremías (Jeremías 1: 4-10)
  • Isaías (Isaías 6:1-10; 49:1-6)
  • Samuel (1 Samuel 3:1-21)
  • Juan y Pedro (Mateo 4:18-22)
  • Pablo (Romanos 1:1-7; Hechos de los Apóstoles 9:1-19)

Imagínate a ti misma en la historia. ¿Cómo responderías? ¿Qué palabras te está diciendo Dios?

Reza con otras personas. Participa en la liturgia eucarística, asiste a un estudio bíblico o a un grupo para compartir la fe, reza con otras personas que puedan animarte y apoyarte.

2. Conoce a religiosas

¿Conoces a alguna religiosa de verdad? ¿Hay religiosas en tu parroquia o en tu escuela? ¿Trabajas con religiosas? Tratar de conocer a las religiosas en persona es un paso muy importante para llegar a ser religiosa porque cada una de ellas es un testimonio de cómo se vive la vida religiosa "de verdad". Además, interactuar con las religiosas te da la oportunidad de empezar a imaginarte a ti misma como religiosa y ver cómo "encajas". ¡Ni siquiera tienes que decirles a las hermanas que las estás observando! Pasé una buena cantidad de tiempo "vigilando” religiosas antes de mencionarles algo (bueno, sólo a una de ellas) sobre lo que estaba pensando. Algunas hermanas "encajaban" con la forma en que sentía que Dios me llamaba; otras, aunque eran religiosas ejemplares, no encajaban del todo conmigo. Aprendí que eso estaba bien y que la vida religiosa es muy diversa, y a lo largo del camino descubrí que estaba llamada a la forma de vida religiosa de las IHM.

¿Cuáles son algunas de las formas en las que puede practicar la vigilancia de religiosas o interactuar con ellas?

  • asistir a la misa o a un servicio de oración en la Casa Madre o el convento de una comunidad religiosa
  • ir a un retiro organizado o dirigido por religiosas
  •  participar en una "ruta vocacional" (un evento en el que se puede ir recorriendo de convento en convento con otras mujeres en proceso de discernimiento para ver las comunidades y conocer una variedad de religiosas)
  • tomar un curso o taller impartido por una religiosa
  • fingir que tienes un problema con un trabajo que estás realizando para tu profesora que es religiosa, de modo que consigas un tiempo a solas con ella (en esto era experta, según yo, y aunque después se diera cuenta... ¡nunca me lo dijo!)
  • invitar a una religiosa a cenar o al cine
  • ayudar a una religiosa a arreglar su computadora o a crear una página de Facebook
  • ser voluntaria en un convento o monasterio ayudando con las necesidades de transporte o quizás organizando una experiencia de manualidades o libros en la biblioteca o participando en algún tipo de promoción de justicia social con ellas, etc.
  • consigue una directora espiritual que sea religiosa
  • asiste a un evento en el que probablemente haya una gran cantidad de religiosas

Si te encuentras en un lugar donde no hay religiosas cerca, puedes hacer una vigilancia de religiosas en línea.

3. Platica con un/a mentor/a

No hay nada en el mundo como decir algo en voz alta para hacerlo realmente real. Así que empieza a hablar con personas de confianza sobre tu atracción por la vida religiosa. Estos mentores pueden ser familiares o amigos. Puede que tengas una tía querida o una prima cercana con la que puedas compartir tus inquietudes sin miedo a que te desanimen. Platica con amigos que sabes que serán un apoyo para ti mientras exploras la vida religiosa y este sentimiento de estar llamada a ser religiosa.

También podrías considerar hablar con alguien como una religiosa, un sacerdote o un capellán. Hay muchos líderes en las parroquias y escuelas que están ahí para escucharte y animarte en tu jornada espiritual. Una forma de hacerlo más a fondo es buscar  dirección espiritual. Un director espiritual es alguien que está capacitado para ayudarte a discernir, pensar y rezar sobre la manera en que Dios está moviéndose en tu vida. La mayoría están familiarizados con la vida religiosa (muchos, de hecho, son religiosos) y pueden ser grandes mentores y ser para ti un confidente, alguien que te ayuda a sondear tus ideas mientras consideras donde estás y hacia dónde te diriges.

4. Entra en contacto con una Comunidad Religiosa

Tú sabrás cuando sea el momento adecuado para pasar de aprender sobre religiosas y su forma de vida, a explorar formalmente la vida religiosa con una comunidad específica. Puede ser un salto de fe hacer esta transición, pero recuerda que el hecho de que te pongas en contacto con una comunidad religiosa no significa que estés firmando de por vida. Las comunidades religiosas saben que puede suponer un tiempo para que la gente las conozca a ellas y a la vida religiosa en general. Ellas están dispuestas a acompañarte allí donde tú te encuentres y a ayudarte a discernir si Dios te llama a su comunidad en particular.

Entonces, ¿cómo puedes ponerte en contacto con una comunidad religiosa? Si conoces a una religiosa en la comunidad que te atrae, pregúntale. Ella será una buena acompañante (si así lo deseas) a lo largo del camino y puede presentarte a la Directora Vocacional y a otras hermanas si así lo deseas. Si no conoces a una religiosa a nivel personal en la comunidad, ponte en contacto directamente con la Directora Vocacional de la comunidad. Podrás encontrar su nombre e información de contacto en la página web de la comunidad. También puedes ponerte en contacto con la Oficina de Pastoral Vocacional de tu diócesis. Tienen muchísima información para ayudarte a discernir y encontrar una comunidad que "encaje" para ti. Para encontrar la oficina de pastoral vocacional de tu diócesis, consulta el Directorio Cátolico Diocesano de los Estados Unidos.

La Red de Vocaciones VISION también tiene su directorio de comunidades religiosas católicas que te puede servir para encontrar la información de contacto de las Directoras Vocacionales. También en Vocation Match tienen una función muy innovadora y útil en línea.

5. Discierne con una Directora Vocacional

La directora vocacional de una determinada comunidad religiosa es la persona oficial que te ayudará a que conozcas la comunidad y a discernir la llamada de Dios en tu vida. La directora vocacional es miembro de la comunidad a la que estás considerando unirte. Su trabajo consiste en ayudarte a conocer a la comunidad y a que la comunidad te conozca a ti. Ella será quien te irá guiando a través de todos los pasos formales para ingresar a la vida religiosa en esa comunidad religiosa en específico. Durante el tiempo que te vas relacionando con la directora vocacional, no estás obligada a quedarte en esa comunidad. Puedes decidir buscar en otras comunidades o salir con alguien. No tengas miedo de hacer esto. Explora y experimenta las cosas que necesites para saber si la vida religiosa con una comunidad en concreto es para ti. Las directoras vocacionales entienden esto muy bien, y saben que es una parte normal del discernimiento.

A medida que vayas adquiriendo tu propio sentido de compromiso para ingresar a la vida religiosa, también crecerá tu propio sentido de querer comprometerte con esta comunidad en particular. Es entonces cuando te dispones a "romper" con otras comunidades con quienes has discernido o con la persona con la que has estado saliendo. Sabrás cuándo es el momento adecuado.

Algunas cosas que puedes hacer al discernir con una directora vocacional:

  • tener reuniones frecuentes en persona o por teléfono
  • asistir a un retiro vocacional con otras mujeres con las que la directora vocacional esté discerniendo
  • asistir a eventos comunitarios con las hermanas, tales como la misa, reuniones particulares o talleres sólo para las hermanas, etc.
  • conocer la casa madre y el campus de la comunidad
  • aprender sobre el carisma, la espiritualidad, la historia y la misión de la comunidad
  • visitar organizaciones y ministerios patrocinados por la comunidad
  • asistir a eventos orientados a la pastoral vocacional dentro de la diócesis
  • ayudarle a la directora vocacional a que te conozca mejor, permitiéndole visitar tu escuela o tu trabajo, o llevándola a tus lugares de reunión favoritos
  • conversar sobre la vida religiosa y los votos

Cuando tú y la directora vocacional se sientan preparadas para avanzar oficialmente en tu deseo de ingresar en la comunidad, probablemente empezarán a trabajar en los trámites oficiales para ingresar en la comunidad:

  • abordar los requisitos prácticos para entrar en la comunidad (derecho canónico, finanzas, propiedad, evaluaciones psicológicas y médicas, etc.)
  • visualizar su transición a la comunidad (cuándo, dónde, cómo)
  • reunirse formalmente con los demás miembros del equipo vocacional y con la hermana responsable de la congregación (la Superiora General)

La directora vocacional te guiará a través de todos estos trámites y estará ahí como tu asesora. Ella está ahí para animarte, plantearte retos y rezar contigo. Aunque ella es el vínculo oficial con la comunidad, se te anima a entablar amistad con otras personas de la comunidad.

6. Ingresa a la comunidad

Una vez que tanto tú como la comunidad hayan discernido que sí, de hecho, Dios les está llamando una a la otra, y pasen por los pasos formales de la incorporación. Estos incluyen:

  • Aspirantado / Precandidatura (más adelante se hablará de cada uno de ellos)
  • Postulantado / Candidatura
  • Noviciado
  • Primeros votos
  • Votos perpetuos

Requisitos previos para ser hermana o religiosa católica

a. Debes ser una mujer católica

Si no eres católica, existen otras formas de vida religiosa en comunidades cristianas que no son exclusivamente católicas (por ejemplo, las Benedictinas de Madison), así como en otras tradiciones religiosas (por ejemplo, las monjas budistas). Si deseas convertirte a la fe católica, platica con un párroco de una parroquia católica local.

b. Debes ser soltera.

No puede estar casada actualmente a los ojos de la Iglesia. Si lo estuvieras, deberás obtener la anulación para poder considerar la posibilidad de ingresar a la vida religiosa. Las viudas pueden ingresar válidamente como religiosas.

c. No puedes tener hijos que dependan de ti.

Hay muchas mujeres con hijos que ingresan a la vida religiosa. Sin embargo, los hijos ya no deben ser dependientes.

d. No debes tener deudas al entrar al noviciado.

El noviciado suele durar uno o dos años en el proceso formal de ingreso como religiosa. Si tienes deudas, trabaja para eliminarlas. No dejes de buscar una comunidad religiosa a causa de un préstamo estudiantil o algo similar. Habla con la directora vocacional sobre cómo proceder.

e. Debes gozar de buena salud.

Es importante que estés física y psicológicamente en condiciones de comprometerte con la misión de la comunidad religiosa. Sin embargo, la palabra "sana" es un término relativo y no excluye automáticamente a las personas con enfermedades o discapacidades controladas. Esto es algo importante que debe discutirse con la directora vocacional.

f. Debes tener entre 18 y 40 años.

Aunque el límite de edad solía limitarse a los 18-25 años, las comunidades aceptan a las mujeres hasta los 40 años, y muchas aceptan a mujeres más allá de los 40 y hasta los 50. Si perteneces a la categoría de edad más alta, no te desanimes a la hora de buscar la vida religiosa. A menudo, esto se plantea persona por persona.

g. Otras consideraciones

Un título universitario no es un requerimiento absoluto; sin embargo, muchas comunidades religiosas recomiendan que uno tenga al menos una licenciatura antes de ingresar. La experiencia profesional (no necesariamente una carrera completa, aunque eso también es bienvenido) también se recomienda antes de ingresar.

 

Recent Comments